La práctica y la mejora tecnológica en el mundo de la fabricación aditiva ha permitido que las empresas den un paso más y comiencen a fabricar piezas finales y funcionales. Para esta labor se debe tener en cuenta que la mayoría de los sectores industriales están limitados por normas y homologaciones. El objetivo no es otro que ofrecer garantías de seguridad y calidad.
En la actualidad, las impresoras 3D se utilizan como una herramienta más en muchas empresas. Cada vez más personas ven la fabricación aditiva como otro proceso de fabricación que complementa sus oficinas técnicas y talleres, y es por ello que la impresión 3D ha tenido que adaptarse a las necesidades industriales y a su lenguaje.